Hoy os presento una buena práctica del municipio de las Rozas de
Madrid.
El pasado domingo se celebraba la ceremonia inaugural de la 30ª
edición de las Olimpiadas Escolares de Las Rozas, un evento deportivo del
municipio, que se celebra cada año y en el que participan a lo largo de la
semana los alumnos de los 30 centros educativos de la ciudad y que este año
competirán en 28 disciplinas deportivas, tanto individuales como por equipos.
En esta edición participan alrededor de 11.000 alumnos; alumnos de primaria,
secundaria y bachillerato.
Este evento deportivo no solo brinda a los alumnos la
posibilidad de participar en una competición deportiva, sino que también
fomenta valores de inclusión, trabajo en equipo y superación personal. Para los
estudiantes de primaria, puede significar una experiencia emocionante y
formativa en sus primeros años escolares, mientras que para los de secundaria y
bachillerato, representa un desafío deportivo y una oportunidad para demostrar
sus habilidades y liderazgo. Pienso que este evento contribuye al desarrollo
integral de los jóvenes, fortaleciendo su autoestima, promoviendo hábitos de
vida saludable y creando recuerdos inolvidables.
Dentro del alumnado de los centros escolares hay chicos y chicas
con distintas capacidades y diversas dificultades para ejercer actividades
deportivas. Y en esto pensaba yo en mitad de dicha ceremonia y me puse a
investigar.
Y entonces me llevé una grata sorpresa al ver que entre las
competiciones previstas se incluía el deporte adaptado. Me pareció una muy buena
práctica para compartir en este espacio.
A mi juicio esta buena práctica aborda las dimensiones de
inclusión social y deportiva, igualdad de oportunidades y sensibilización y
conciencia sobre la diversidad funcional; buscando superar las barreras que enfrentan
los chicos con discapacidad en el ámbito deportivo, promoviendo su
participación activa y fomentando una cultura de inclusión y respeto hacia la
diversidad.
En general, el impacto de esta buena práctica podría ser
profundamente positivo, no solo para los estudiantes con discapacidad que
participan en los deportes adaptados, sino también para toda la comunidad
educativa al promover valores de inclusión, respeto y diversidad.
Veo en esta buena práctica varios puntos fuertes:
En primer lugar la promoción de la inclusión - Al
incluir deporte adaptado en las Olimpiadas Escolares, se promueve la inclusión
de personas con discapacidad en actividades deportivas, lo que contribuye a la
creación de un ambiente más inclusivo y equitativo.
El desarrollo integral - La participación en
deportes adaptados puede proporcionar oportunidades para el desarrollo físico,
social y emocional de los estudiantes con discapacidad, ayudándoles a adquirir
habilidades importantes como el trabajo en equipo, la comunicación.
La sensibilización y conciencia - Esta buena
práctica puede aumentar la sensibilización sobre las necesidades y capacidades
de las personas con discapacidad, fomentando un cambio positivo en las
actitudes y percepciones hacia la diversidad funcional en la comunidad
educativa y en la sociedad en general.
Sin embargo, también pueden encontrarse algunas
debilidades:
Los recursos - La implementación exitosa de
deporte adaptado en las Olimpiadas Escolares puede requerir recursos
adicionales, tales como instalaciones accesibles, equipamiento adaptado y
personal capacitado, lo que puede representar un desafío financiero para el
ayuntamiento u otras entidades involucradas. Por suerte, el Ayuntamiento ha
invertido y sigue invirtiendo en accesibilidad en las instalaciones municipales
y en el municipio, en general.
Capacitación y apoyo - Es importante garantizar
que los estudiantes con discapacidad reciban el apoyo necesario para participar
plenamente en las actividades deportivas, lo que puede requerir capacitación
para el personal y la disponibilidad de asistencia especializada durante el
evento.
Sostenibilidad – Es importante mantener el
compromiso a largo plazo con la inclusión del deporte adaptado en las
Olimpiadas Escolares. Claro que esto puede ser un desafío, especialmente si hay
cambios en las instituciones involucradas, pero no debemos permitir parar los
avances conseguidos